No todo parece psicología... Aunque igual lo es
INTROITO ACLARATORIO
No pretendo hacer y, lo que es peor, mantener un blog clásico. Ello me obligaría a contraer obligaciones que difícilmente podría cumplir. Sólo pretendo disponer un a modo de Blog (que por eso denomino "cuasiblog") que mantenga una "filosofía" de tal, pero no exija el ritmo de publicaciones, la periodicidad, la actualización compulsiva, el intercambio interactivo con los lectores, y tantas otras obligaciones típicas de un típico blog típicamente diseñado y manejado; demasiados tipismos para un tipo de mi tipo:
¿Hay alguien por ahí capaz de inventar el "Internet para mayores"?
En este cuasiblog aparecerán escritos sobre variadísimos temas de actualidad o no, pero lo harán en modo asistemático -es decir, a conveniencia del autor, obligado por las muchas limitaciones que circunscriben su vida y a las que debe obligada obediencia, por no decir sumisión.
Por ejemplo, aparecerán escritos que recuerden algunos seres humanos que han iluminado la vida de ciertos humanos; y los susodichos, ciertamente bien sabrán a quienes estoy por referirme cuando escribo "ciertos humanos". Aparecerán otros escritos no menores que traten cuestiones de política, religión, historia o cualquiera de las muchas asechanzas que en la cotidiana vida surgen por doquier. Por eso, también podríamos decir que será un cuasiblog estrafalario. Quiero decir extravagante en el modo de ser o resultar, probablemente a imagen y semejanza de su autor. La discusión -entendida estrictamente como intercambio de pareceres- estará presente pero a la vez ausente, pues no aspiro a que este cuasiblog se convierta en un foro de discusión, ni en nada parecido a lo que son la mayoría de esos enredos en que se han convertido las, así llamadas, redes sociales.
Es muy bueno que cada uno pueda decir lo que desee decir con decoro y respeto, pero es aún mejor que los demás podamos leerlo con similares decoro y respeto y, si nos ha interesado y deseamos abundar en el tema, hacerlo donde corresponda y manteniendo el decoro y respeto que preside la interacción desde sus inicios. Parece que Oscar Wilde dejó dicho algo así como "dad una máscara a alguien y os dirá la verdad", y también la mentira si conviene más a sus intereses, me atrevo a substanciar.